Como
venimos haciendo en días anteriores, seguimos publicando vivencias de la
Antología 2013.
UN FANTASMA EN MI
TRABAJO
Cada día estamos más irascibles.
Por cualquier tema “nos tiramos a la yugular”.
En los pasillos no hay corrillos, no se escuchan risas.
Todo va quedando en silencio. Empiezan a escucharse
nítidamente las cadenas que arrastran los fantasmas,
a cualquier hora del día. Los empleados vamos
abandonando,
poco a poco, el lugar tan apacible que era nuestro centro
de trabajo. Llaman a la puerta. Es el señor ERE que viene
a llevarse varios de esos camiones que ya no tienen
conductor.
Poco a poco los suben en la góndola, ordenadamente,
sin decir nada, en silencio. El espectáculo, desde dentro
de la oficina, es dantesco. Esos vehículos se van solos,
pero se llevan una parte muy importante de nuestra vida.
Aquí nos quedamos por poco tiempo. Entre estas cuatro
paredes
solo se escucharán los paseos de los fantasmas.
¡Nos vamos para siempre jamás!
Mª
del Pilar Martín Bouzas
(VII
Antología pág. 285)
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